Los nuevos padres no comienzan a desarrollar un plan de crianza formal cuando nace su hijo. A menudo hablarán sobre sus sueños y esperanzas para sus hijos a lo largo de los años. Trabajarán juntos para darle a ese niño todas las oportunidades para alcanzar esas metas o sueños. Pero, ¿qué sucede cuando los padres ya no viven ni trabajan juntos? Muchos padres que se separan pueden incluso desarrollar diferentes metas y sueños para sus hijos creando conflictos. En estas circunstancias, un plan de crianza puede resultar útil.
Los planes de crianza a menudo son necesarios cuando los padres de un niño no trabajan juntos o viven juntos. Por lo general, se incluyen en el proceso de divorcio para garantizar que el bienestar del niño esté protegido. En muchos lugares, los tribunales requieren un plan de crianza. El plan de crianza puede incluir muchas áreas diferentes. Las cosas típicas que se incluyen en el plan de crianza incluyen tiempos y duraciones de visitas, escuelas que son atendidas y quién es responsable de pagarlas, manutención de menores, atención de salud física y mental, contacto con otros parientes y familiares y cualquier otra área que requiera decisión mutua de ambos padres. Una de las cosas más importantes para incluir en un plan de crianza es un método para resolver disputas. Incluir áreas como la mediación y el arbitraje y cómo las disputas pueden resolverse por el bien del niño permitirá a los padres saber exactamente qué sucederá cuando no puedan ponerse de acuerdo sobre cómo cuidar al niño.
El plan de crianza es algo que debe cubrir todas las áreas posibles que involucran el cuidado del niño. Es esencial que todo sea declarado y entendido por todas las partes involucradas.
A menudo, las personas tienen los siguientes tipos de preguntas: